


Esta ruta no es demasiado monumental, pero las localidades por las que pasa tienen el encanto de los pueblos blancos andaluces que conservan la distribución típica de los pueblos árabes que anduvieron por la zona durante la ocupación de los pueblos musulmanes en Al-Andalus, como pueden ser Torrox, Frigiliana, Archez o Cómpeta, entre otros muchos que encontrarás diseminados por las laderas de las montañas de la Axarquía. Algunos de estas localidades guardan interesante restos arqueológicos de tiempos romanos, así como bonitas iglesias y ermitas que destacan entre las blancas casas. Entre las localidades que visitaremos, debemos destacar Nerja, con su precioso Balcón de Europa y sus calas entre los acantilados y por supuesto, Vélez-Málaga, corazón de la Axarquía, de la que aún me queda pendiente visitar su alcazaba. Por cierto, no puedes abandonar esta bella región sin probar antes su famoso vino de pasas.
Esta ruta permite diversidad de variantes, dependiendo de nuestro tiempo y de nuestras preferencias a la hora de rodar, pudiendo aprovechar también, para visitar las costas granadinas si un día no nos apetece adentrarnos en la sierra, rodando con nuestras motos por insinuantes carreteras junto los acantilados del Mar Mediterráneo para llegar hasta Almuñécar y Salobreña, aunque ya estoy pensando una ruta por carreteras por las que nunca he pasado para llegar desde Granada hasta la costa y donde incluiré la visita a estas dos estupendas localidades granadinas.