RUTA A LA AXARQUÍA II
RÍO GORDO, COMARES, LA VIÑUELA, PERIANA Y ALFARNATEJO
(MÁLAGA)
En esta ocasión nos adentraremos de nuevo en la región malagueña de la Axarquía para visitar la preciosa localidad de Comares y la zona conocida como la Ruta de los Tajos o los Pirineos Malagueños. Una ruta que te permitirá conocer pueblos que conservan la fisionomía musulmana que recibió antaño, que te permitirá disfrutar de su riquísimo vino dulce de pasas, que te permitirá disfrutar con las vistas del mar desde sus balcones en la montaña y que por supuesto, te permitirá gozar del trazado serpenteante de las carreteras de la Axarquía.
Comenzaremos nuestra ruta dirigiéndonos hacia Osuna, donde tomaremos la autovía A-92 con el fin de que los kilómetros pasen rápidos hasta alcanzar la zona que realmente nos interesa recorrer. Una vez que pasemos la localidad de Antequera, continuaremos en dirección a Málaga, debiendo superar la siempre atractiva subida por los Montes de Málaga, antes de llegar al Puerto de las Pedrizas, donde encontraremos la salida hacia Colmenar. Una vez que abandonemos la autovía, comenzaremos a rodar por una atractiva carretera con un trazado divertido pero que te permite mantener un ritmo alegre sin tener que jugarte el cuello en cada curva, aunque también encontrarás algunas irregularidades que deberás esquivar. Hasta enlazar con la A-356, irás rodando con paredes de roca a tu izquierda y las vistas de Casabermeja a lo lejos, a tu derecha. Al llegar a la carretera antes mencionada gira en dirección a Vélez-Málaga, encontrando a pocos kilómetros el desvío de la localidad de Riogordo. Este es un pueblo blanco de la Axarquía, enclavado en pleno corredor de Periana, cerca de Colmenar, en la depresión que forma el río de la Cueva entre la sierra de Camarolos al norte y los Montes al sur. Uno de los parajes naturales más bellos de los alrededores de Riogordo es el Tajo del Gómer, donde se puede practicar una ruta de senderismo que te llevará al tajo bordeando el río de la Cueva. El casco urbano se extiende sobre un terreno tan accidentado que en él se distinguen dos barrios: el barrio alto o "Cerrillo" y el barrio bajo o "La Plaza"; presentando la típica fisonomía de origen árabe con sus calles empinadas. Entre las fachadas populares podemos ver edificaciones solariegas de los siglos XVIII y XIX, y en pleno casco antiguo, resultan curisosas las hornacinas-capilla sobre los dinteles de las puertas (algunas datan del siglo XVI). Predominan las dedicadas a Cristos crucificados, dolorosas y santos. Destacan los edificios religiosos como la Iglesia de Ntra. Sra. de Gracia (s. XVI) y la ermita de San Sebastián, que guarda en su interior interesantes obras de arte. El castillo de Aute, atribuido a los fenicios, se encuentra en estado ruinoso.
A partir de Riogordo nos adentraremos en una sinuosa carretera que nos llevará hasta muy cerca de Vélez-Málaga. Esta carretera hasta el cruce con la comarcal que asciende hasta Comares presenta diferentes irregularidades en el asfalto y se encuentra, en algunos tramos, muy rugoso, habiendo en algunos puntos socavones en los laterales de la calzada. Aún así, el paseo se hace muy ameno, pues la zona es muy verde y la imagen de Comares sobre la cima de la montaña le da un toque misterioso que te hace pensar cómo será la subida hasta ese pueblo tan alto. Al llegar al desvío que te conducirá a la localidad comenzarás un ascenso bastante pronunciado de 7 kilómetros de longitud, con curvas bastante cerradas que tendrás que tomar en marchas cortas. Sobre tu cabeza comenzarás a visualizar las blancas casas de Comares, y a tu izquierda, a lo lejos, bajo las montañas, otearás el Mar Mediterráneo. Al llegar a Comares sigue siempre la travesía, pues te dejará en la Plaza del Balcón de la Axarquía. Aquí no hay aparcamientos para coches, pero como las motos ocupan poco lugar, puedes dejarla en cualquier rincón mientras te dedicas a visitar la localidad. De origen árabe, su situación demuestra el carácter de puesto vigía que debió tener, y su fisonomía conserva los rasgos de los pueblos que se forman en torno a una fortaleza, con calles sinuosas y estrechas de casas blancas y ventanas enrejadas con macetas de geranios. Sorprende ver cómo la piedra se incrusta en las casas blancas constituyendo así un elemento más de decoración. Puedes pasear dejándote llevar por el laberinto de sus calles y encontrar restos de antiguos asentamientos árabes: los restos de la fortaleza (dos torreones que reforzaban las murallas aun se conservan, uno de ellos junto al cementerio), el cerro de Mazmúllar, el Aljibe, que fue declarado en 1931 Monumento Histórico-Artístico-,y la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación (siglo XVI), de estilo mudéjar. En el exterior destaca la torre adosada a la cabecera, con arcos enmarcados en alfices típicamente mozárabes. La otra torre, que se construyó sobre la citada capilla del Sagrario, es muy parecida a las de El Borge y Vélez-Málaga y presenta planta octogonal, con paredes decoradas con pilastras, óculos y placas triangulares. En las calles más antiguas quedan dos arcos, probablemente de la época medieval.
Una vez que hayas disfrutado de la visita de este precioso pueblo, deberás desandar los 7 kilómetros que te trajeron hasta la localidad para volver a la carretera que traíamos desde Riogordo. A partir del cruce la carretera mejora considerablemente, tanto por su anchura, como por el estado del firme. Siguiendo hacia Benamargosa-Trapiche, el verde de los campos se hace más intenso, pasando junto a muchas plantaciones de aguacates, resaltando la belleza que le da al recorrido, el curso del río Benamargosa, que transcurre junto a la carretera entre montes y colinas. Al enlazar con la carretera de Casabermeja-Vélez-Málaga, hay que girar hacia la derecha para encontrar a 100m la carretera de Trapiche- La Viñuela. El asfalto de todo este tramo hasta La Viñuela es bastante bueno con un trazado divertido donde priman curvas no demasiado cerradas, aunque tendrás que atravesar algunas pequeñas aldeas, que no te permitirán mantener un ritmo constante a pesar del buen trazado que irás encontrando. Si no quieres visitar la localidad de La Viñuela, debes seguir siempre de frente en lugar de bajar hasta el embalse, enlazando poco después con la carretera de Alhama de Granada, donde encontrarás a escasos metros el cruce hacia Periana.
Si decides entrar en La Viñuela, te recomiendo una visita a la venta que originó el nacimiento de la localidad, que se conserva en buen estado, la Iglesia de San José (s. XVI) y edificios como la Ermita de la Virgen de las Angustias, el Molino de aceite del siglo XIX y la Torre de la Atalaya. Esta última, de época árabe, servía de comunicación desde las torres vigías de la costa y el castillo de Zalia. Data del siglo XV. La Torre está construida con rocas de pizarra formando techadas circulares con mortero de cal. Conserva una ménsula del matacán que defiende una puerta situada a unos 6.5 metros de altura, con jambas de ladrilos y dintel de una piedra, ocultando la medio destruida bóveda de ladrillos. Tiene unos 9.5 metros de altura y según dice la tradición fue construida en una noche con materiales aportados desde los alrededores y agua desde el río Guaro.
Cuando enlaces la carretera de Periana, encontrarás una carretera con el asfalto en buen estado, comenzando un ascenso pronunciado y constante hasta la localidad, pudiendo contemplar a tu izquierda una panorámica preciosa del Embalse de la Viñuela. Al entrar en el pueblo te encontrarás con un bonito mirador sobre el embalse. Siguiendo la travesía de la localidad saldrás de esta en dirección Colmenar, encontrando a escasos 3 kilómetros un auténtico baño árabe en la aldea de Baños de Vilo, a poco más de 610 metros sobre el nivel del mar. Este balneario es tan sólo una poza de brocal esculpida hace más de mil años, medio oculta por la fuerte vegetación y las muy abundantes aguas de sus contornos. La poza continúa derramando aguas sulforasas a la constante temperatura de 21º centígrados, específicas para males de la piel y el herpetismo. El Balneario de Baños de Vilo llegó a ser considerado en los siglos XVIII y XIX como uno de los más importantes de Andalucía. Cuando te salgas de la carretera y comiences a subir por la estrecha carretera continúa hasta que veas el panel indicador, donde podrás aparcar la moto para acercarte hasta la poza después de abrir la cancela (yo no vi a nadie al cuidado de las instalaciones y entré sin problemas). Continuando por la misma carretera, con bastantes curvas por cierto, llegarás después de dejar atrás la localidad de Mondrón a un cruce que te indicará Alfarnatejo. A partir de aquí la carretera presenta algunos tramos con bastantes irregularidades que no te permitirán apretar mucho el acelerador, pero te aseguro que no te importará ir despacio ya que las vistas de los diferentes tajos que circundan la carretera te dejarán hipnotizado. Durante varios kilómetros irás ganando altura mientras ruedas en algunos tramos entre paredes de rocas y el río Sabar a tu izquierda, hasta llegar a Alfarnatejo. El paraje que rodea a la localidad es único en la provincia de Málaga. Su complicada orografía y su lejanía de la capital convirtieron estos contornos en un auténtico hogar para bandoleros; formando parte de una romántica leyenda, como podrás apreciar en la Venta del cruce de Alfarnate. El pueblo de Alfarnatejo, está abrigado por las montañas, es pequeño, de calles anchas y casas sencillas, y únicamente destaca su iglesia del Santo Cristo de Cabrilla (s. XVIII). También hay que mencionar un puente que hay sobre el río Sabar, frente al casco urbano de Alfarnatejo.
Desde la venta-museo del bandolero del cruce de Alfarnate, que te he comentado antes, comenzarás a ascender por una preciosa carretera rodeada de barrancos y montañas, con buen firme y un trazado muy divertido hasta la provincia de Granada en el puerto de los Alazores, bajando rápidamente tras unos pocos kilómetros a la carretera A-341. Nada más enlazar con la carretera y girando hacia la izquierda encontrarás a escasos 10 metros la carretera que te conducirá hasta Villanueva del Trabuco. Desde esta población accederás a Archidona donde podrás tomar la autovía A-92 para poner rumbo hacia Osuna (ver Ruta de Alhama de Granada para más información sobre el estado de las carreteras o de las localidades). Si vas con tiempo y quieres evitar la autovía puedes tomar el camino habitual desde Antequera por Campillos y Martín de la Jara, que ya he mencionado en tantas otras rutas en el libro.
Como variante a esta ruta te voy a recomendar un itinerario de altura en el que irás rodando por las carreteras más atractivas de la zona conocida como los Pirineos de Málaga y que estoy seguro que te encantará si eres de los que disfruta de las carreteras de alta montaña con curvas reviradas. Al igual que en el comienzo de la ruta que ya te he descrito, deberás enlazar en el Puerto de las Pedrizas con la carretera de Colmenar. Unos 5 kilómetros antes de llegar a dicha localidad deberás tomar una carretera a tu izquierda que te indica Periana. Esta carretera comenzará a ascender con un trazado serpenteante por la sierra con unas vistas bastante amplias de la Axarquía. El asfalto es un poco rugoso y presenta alguna irregularidad ocasional pero sin ser realmente molesto. Cuando lleves unos kilómetros recorridos comenzarás a visualizar a lo lejos los tajos cercanos a la localidad de Alfarnatejo (el de Gómer, el de Doña Ana, y el Alto del Fraile). De lejos impresionan estas moles de roca gris, pero a medida que te vas acercando la impresión es mucho mayor. Al llegar a la venta de Alfarnate deberás girar a la derecha en sentido Alfarnatejo. Desde aquí comenzaremos a realizar la ruta anterior pero al contrario, volviendo a rodar entre los imponentes tajos y siguiendo la dirección de Periana. A los pocos kilómetros de dejar atrás los Baños de Vilo, encontrarás una carretera a tu izquierda que indica Alfarnate. Comenzará aquí un tramo muy revirado con curvas que hacen auténticos giros de 360º con un desnivel acojonante que te harán ir ganando altura rápidamente. La carretera es estrecha pero el asfalto está bien conservado, lo que da seguridad al girar en las curvas. El embalse de la Viñuela lo verás que se va pareciendo cada vez más a un charco, pues la altura que se alcanza es impresionante (confieso que este recorrido lo he hecho con el coche y por eso no tengo fotos de la subida, porque además estaba circulando por dentro de una nube y no me dejaba hacer fotos en condiciones). Cuando corones la montaña encontrarás un descenso rápido y de pocos kilómetros que te llevará hasta la localidad de Alfarnate. Lo primero que me llamó la atención de esta localidad es lo peculiar del río que la atraviesa, pues hay un punto por donde el río pasa sobre la carretera (menos mal que no tenía profundidad en ese punto). Por el núcleo urbano irás encontrando diferentes puentes para pasar de una calle a otra por encima del río. Entre los lugares más interesantes podemos destacar el Cerro del Santo Cristo, donde encontramos un mirador precioso de toda la localidad y de los valles que lo rodean, la Ermita de la Virgen de Monsalud (siglo XVI) y la Iglesia de Santa Ana, que data del siglo XVI y presenta en su exterior una torre mudéjar de tres cuerpos y en su interior una techumbre de madera natural. Me ha llamado la atención que con motivo de las ferias de la localidad sobre el 12 de septiembre, se celebra una fiesta de Moros y Cristianos el sábado de feria para conmemorar el intento de robo de la imagen de la Virgen de Monsalud por parte de las tropas musulmanas. Así que, D.m. en 2012 me acercaré para visitar las fiestas y poder contártelo.
Desde Alfarnate, llegaremos de nuevo a la Venta del cruce, terminando la ruta como te la describí en la ruta anterior.
RESUMEN DE LA RUTA
Distancia aproximada
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315 Kilómetros
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Mejor tramo.
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Todo el recorrido por las sierras de Málaga es una auténtica gozada para rodar en moto.
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Asfalto
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Por las zonas de la sierra en un poco rugoso, estando en peor estado desde Riogordo hasta Comares y desde Mondrón hasta pasar el Puerto de los Alazores
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Trazado
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Muy curvilíneo una vez que abandonemos la autovía
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Visita más interesante
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Comares, Alfarnate
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¿Qué comer?
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En la zona de la Axarquía no puedes dejar de probar sus suculentas migas y su vino dulce de pasas.
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